jueves, 25 de abril de 2013

RESÚMENES LECTURAS (III)


Capítulo 6. Desarrollo económico y democracia
El interés académico por la relación entre el desarrollo económico y la democracia vino motivado por la búsqueda de las “precondiciones” o “requisitos” de la democracia. Enfocando la atención tanto en las “viejas” democracias de Europa noroccidental y Norteamérica como en las “nuevas” democracias del resto del mundo, esta línea de investigación trata de identificar los factores clave que contribuyen a explicar la aparición y el mantenimiento de las democracias. Entre los muchos factores identificados para explicar la democracia, el nivel de desarrollo económico continúa interesando a los investigadores comparativistas (especialmente en relación con las cuestiones de desarrollo).

Desarrollo económico y democracia
Motivos
Precondiciones” o “requisitos” de la democracia
Países (casos)
Europa noroccidental y Norteamérica (“viejas” democracias)
Resto del mundo (“nuevas” democracias)
Objetivo
Factores clave que expliquen la aparición y mantenimiento de las democracias: desarrollo económico


El problema de investigación
Preguntas: ¿Son los países ricos más democráticos? Si es así, ¿Por qué? ¿Crea el desarrollo económico condiciones favorables para el surgimiento de la democracia? Una vez establecida la democracia, ¿ayuda la prosperidad económica a mantener las instituciones democráticas?
La democracia es la variable dependiente y el desarrollo económico la variable independiente. El desarrollo económico puede tener un efecto positivo o negativo en la democracia. Este modelo ha cambiado muy poco a lo largo de los años; lo que sí ha cambiado es la manera de medir la democracia y el desarrollo económico, las diferentes formas que adoptan la relación, la selección de países de los que se extrae información y los métodos de comparación empleados para respaldar las diferentes teorías sobre la relación.






En lo que a concepto se refiere, algunos estudiosos sostienen que la democracia es un asunto de todo o nada. Los países son democráticos, o bien no son democráticos. Otros entienden que hay grados de democracia. Asimismo, coexisten diferentes opiniones sobre qué constituye desarrollo económico. Algunos consideran que el desarrollo económico se entiende mejor como crecimiento económico, mientras que otros afirman que está más relacionado con la distribución de la renta y los demás recursos económicos, o con los niveles generales de desarrollo humano. La relación “entre desarrollo económico” y “democracia” puede adoptar diferentes formas funcionales:lineal, curvilínea o función escalonada.
  1. Relación lineal. Una relación lineal positiva entre desarrollo económico y democracia sugiere que conforme aumenta el nivel de desarrollo económico, aumentan las probabilidades de que un país sea democrático (un aumento en una variable lleva asociado un incremento en la otra).
  2. Relación curvilínea. Una relación curvilínea entre desarrollo económico y democracia sugiere que un cambio positivo en el desarrollo económico se verá acompañado de un cambio positivo en la democracia, pero el grado en el que aumenta la democracia se reduce en los niveles más altos de desarrollo económico. Existe un umbral de desarrollo a partir del cual no varía la probabilidad de que el país se vuelva democrático. A partir de un cierto nivel de desarrollo económico, el nivel de democracia no aumenta.
  3. Relación escalonada. A partir de un nivel de desarrollo económico, la probabilidad de que el país se democratice no varía. El umbral democrático no es un rango de desarrollo económico, sino un punto de “despegue” hacia la democracia.
Por último, los distintos métodos de comparación se centran en aspectos diferentes de la relación: los estudios que comparan muchos países tienden a usar técnicas cuantitativas; los estudios que comparar pocos países y los estudios de un solo caso recurren a las técnicas tanto cuantitativas como cualitativas para poner de manifiesto los factores históricamente contingentes que intervienen en el proceso de desarrollo económico y democracia, y tienden a formular argumentos más próximos al enfoque de inercia institucional.
Un argumento basado en la inercia institucional desarrolla una secuencia de eventos en un relato histórico. Su hipótesis básica es que una vez que se produce un evento particular (guerra, revolución, decisión importante) el curso de los eventos que sigue se verá alterado para siempre.
Conceptos
Democracia
Democracia/ no democracia
Grados de democracia

Desarrollo económico
Crecimiento económico
Distribución de la renta, recursos económicos y desarrollo humano


Relación entre variables
Líneal. (+ → +)
Curvilínea (+ → + hasta “umbral de democracia”)
Escalonada (punto de “despegue”)
Inercia institucional (secuencia de eventos)


Métodos de comparación
Muchos países. Métodos cuantitativo
Pocos países. Métodos cuantitativo y cualitativo. Argumentos basados en la inercia institucional
Un solo país. Métodos cuantitativo y cualitativo. Argumentos basados en la inercia institucional


La comparación de muchos países
Los esfuerzos iniciales por identificar un conjunto de precondiciones democráticas comparaban a muchos países en un punto concreto del tiempo. Seymour Martin Lipset llevó a cabo un estudio pionero sobre estas precondiciones comparando 28 países europeos y angloparlantes con 20 países de América Latina. Definió la democracia como:
Un sistema político que proporciona periódicamente oportunidades constitucionalmente establecidas para cambiar gobernantes. Es un mecanismo para la resolución del problema de la adopción de decisiones entre grupos de intereses contrapuestos, que permite a la mayor parte de la población posible de los ciudadanos influir en estas decisiones mediante su capacidad de elegir entre candidatos alternativos para desempeñar cargos políticos.
La aplicación de esta definición permitió a Lipset dividir su muestra de países en cuatro grupos diferentes. Dividió los países europeos y angloparlantes en democracias estables y democracias inestables, por un lado, y dictaduras, por otro. Dividió los países de América Latina en democracias y dictaduras inestables, de un lado, y dictaduras estables, de otro.
En cuanto al primer grupo, consideró democráticos a los países en los que se podía documentar una “sucesión ininterrumpida de democracia política desde la Primera Guerra Mundial, y ausencia de grandes movimientos políticos contrarios en los últimos 25 años”. Los países latinoamericanos fueron clasificados como democráticos si contaban con “un historial de elecciones más o menos libres durante la mayor parte del periodo posterior a la Primera Guerra Mundial”.
Estudio pionero de Seymour Martin Lipset.
Identificación de precondiciones democráticas/ Muchos países
Casos
  • 28 países europeos angloparlantes
  • 20 países de América Latina


Definición de democracia
  • Sistema político
  • Oportunidad de cambiar de gobernante
  • Mecanismo para la resolución del problema de adopción de decisiones
  • Grupos de intereses contrapuestos
  • Elección de candidatos alternativos


Clasificación

Países europeos
  • Democracias estables e inestables
  • Dictaduras
Países
latinoamericanos
  • Democracias y dictaduras inestables
  • Dictaduras estables


Indicadores: la comparación proporciona un abanico de indicadores cuantitativos de desarrollo económico entre los que figuran:
  • La riqueza: renta per cápita, médicos, radios, teléfonos, ejemplares de periódico por cada 1.000 habitantes.
  • La industrialización: % de varones empleados en la agricultura y el consumo de energía per cápita.
  • La educación: % de población alfabetizada y la matrícula en enseñanza primaria, secundaria y superior.
  • La urbanización: % de ciudades con poblaciones superiores a 20.000 habitantes y a 100.000 habitantes. % de áreas metropolitanas.
Relación entre el nivel de desarrollo económico y la democracia: el estudio compara las medidas de estos indicadores en ambos grupos de países.
Conclusión: las democracias estables europeas y las angloparlantes, y las democracias y dictaduras inestables latinoamericanas obtienen puntuaciones más altas (o mejores) que sus homólogas no democráticas. Lo que significa que las democracias tienden a registrar niveles de desarrollo socioeconómico más altos que los de los regímenes no democráticos. Lipset argumentó que: 1) todos los factores que subsume el desarrollo económico llevan consigo el correlato político de la democracia; 2) Cuánto mejor le vaya a un país, más probable será que se mantenga la democracia. Aunque no llegó a concluir que el desarrollo económico causa realmente la democracia, su estudio es el primero en establecer una correlación entre los dos fenómenos.
Cutright comparó 77 países de Norteamérica, Sudamérica, Asia y Europa, usando escales de desarrollo de las comunicaciones, de la economía y del régimen político. Consideró que existe desarrollo político (o democracia) de manera continuada en presencia prolongada de poderes legislativos y ejecutivos viables y libremente elegidos durante el periodo 1940-61. La correlación entre el desarrollo de las comunicaciones y desarrollo político es mayor que la correlación entre desarrollo económico y desarrollo político, pero ambas resultan suficientemente elevadas para concluir que existe interdependencia entre las instituciones políticas y el nivel de desarrollo socioeconómico.
Cutright y Wiley procedieron a comparar 40 países “autogobernados” usando datos de antes y después de la Segunda Guerra Mundial con el fin de examinar si dicha relación podía sostenerse a lo largo del tiempo. Su variable dependiente es la representación política (“grado en el que los poderes ejecutivo y legislativo están sujetos a las demandas de la población no perteneciente a la élite”). Para medir el desarrollo económico se tomó la cantidad de energía consumida en un año dado. La comparación de los 40 países revela una relación significativa y estable entre el nivel de desarrollo económico y la representación política. Concluyen que el nivel de representación política es causalmente dependiente del nivel de desarrollo económico.

Estudio
Indicadores
Conclusiones

Cutright
77 países
(1940-61)
  • Desarrollo de las comunicaciones
  • Desarrollo económico
  • Régimen político
Interdependencia entre el nivel de desarrollo político y el nivel de desarrollo socioeconómico
Cutright y Wiley
40 países “autogobernados
(2ªGM)
  • Representación política (V.D)
  • Desarrrollo económico: consumo de energía
Relación significativa y estable entre nivel de desarrollo económico y representación política.


En Polyarchy, Robert Dahl se propuso llevar a cabo una clasificación de las formas políticas, entre ellas la democracia, sirviéndose después de esta tipología para examinar las condiciones que promueven la democracia. Según Dahl, la democracia presenta dos dimensiones críticas: contestación y participación.
Los países que registran niveles altos de contestación (el grado en el que los miembros de un sistema político gozan de libertad para oponerse a las actuaciones del gobierno) y participación (la proporción de la población con derecho a participar en el control de las actuaciones del gobierno) son consideradas “poliarquías” o democracias.
Usando el PIB per cápita como indicador del desarrollo económico, su comparación de 118 países y 33 poliarquías y cuasipoliarquías revela un débil efecto umbral. Esto es que los países que logran un cierto nivel de desarrollo económico tienden a ser poliarquías. No obstante, se observan mucho países atípicos con bajos niveles de desarrollo y que son poliarquías (la India), o con altos niveles de desarrollo y que no son poliarquías (la URSS y la RDA). Por otra parte, la historia muestra que los EE.UU, Australia, Nueva Zelanda, Cánada, Reino Unido, Noruega y Suecia fueron poliarquía antes de conseguir niveles elevados de desarrollo económico.






Jackman centró su comparación de 60 países no comunistas en la relación entre desarrollo económico y democracia. Sostuvo que la democracia se entiende mejor como un concepto continuo, en lugar de como uno dicotómico, por lo que deberían contrastarse tanto las formas lineales como curvilíneas de la relación.
Su medida de la democracia combina cuatro indicadores:
  1. La participación electoral
  2. La competitividad del sistema de partidos
  3. El grado de irregularidad electoral
  4. Relativa libertad de prensa
  5. Como medida de desarrollo económico: consumo de energía (=Cutright y Wiley)
Su análisis estadístico reveló que la relación curvilínea es más significativa que la relación lineal. Así, en línea con los argumentos de Dahl, se evidencia la idea de un umbral democrático.
Bollen además de centrarse en el nivel de desarrollo económico, también se interesó por la cronología del desarrollo. Planteó que, posiblemente, los países que se han desarrollado mucho después que los europeos y los norteamericanos hayan tenido más dificultades a la hora de establecer formas de gobierno democrático. Esto sugiere que los países que se desarrollan más pronto serán más probablemente democráticos que los países que se desarrollan más tarde.
Mediante la comparación de 99 países, Bollen pretendió examinar si el nivel de democracia es mayor en los países que se desarrollaron antes, o bien si es más alto en los países que simplemente han logrado mejores niveles de desarrollo económico, o ambas cosas.
Su índice incluye tres indicadores de soberanía popular y otros tres de libertades políticas. Utilizó también el consumo de energía como medida del desarrollo económico.
Su análisis arrojó que el momento preciso del desarrollo económico no es relevante, pero que el nivel de desarrollo tiene un efecto sustancial y positivo sobre la democracia. Para esta muestra de países, el nivel de desarrollo de un país, con independencia de cuándo haya comenzado realmente a desarrollarse, afecta al grado en el que es democrático.
Nuevos estudios
Cabe destacar tres estudios que usan técnicas estadísticas sofisticadas: Helliwell compara 125 países durante el periodo 1960-85); Burkhart y Lewis-Beck comparan 131 países desde 1972 hasta 1989; y Przeworski y Limongi, y Przeworski et al. Comparan 135 países entre 1950 y 1990. Los dos primeros estudios hallan evidencias que respaldan una relación entre desarrollo económico y democracia. El tercer estudio arroja dudas sobre estos hallazgos y una comparación de los tres estudios pone de manifiesto que sus diferentes resultados dependen de su conceptualización de la democracia y de su especificación de la relación.
  • Helliwell selecciona una muestra de países para los cuales “es posible obtener medidas comparables de renta per cápita y valoraciones periódicas del alcance de los derechos políticos y civiles”. Su índice de democracia combina dos medidas diferentes de la protección de las libertades públicas y civiles, y oscila entre bajo (ausencia de democracia) y alto (democracia plena). Además controla los diferentes aspectos regionales incluyendo en la muestra países de la OCDE, países productores de petróleo de Oriente Medio, países africanos y países latinoamericanos. Su análisis estadístico arroja un fuerte efecto positivo de la renta per cápita en el nivel de democracia. Asimismo, su análisis revela efectos positivos para los países de la OCDE y de América Latina, y efectos negativos para los países de África y Oriente Medio. Los resultados estadísticos confirman la relación entre desarrollo económico y democracia establecida por los primeros estudios comparados.
  • Burkhart y Lewis-Beck usan un conjunto de datos algo más robusto que el de Helliwell y una escala de democracia similar, que comprende desde la inexistencia de democracia hasta la democracia plena. Recurren al consumo de energía para operacionalizar el desarrollo económico y controlan estadísticamente los efectos de “otras fuerzas sociales” y la “posición mundial” (central, periférica y semi-periférica) de los países incluidos en el estudio. Los resultados del análisis arrojan que las variables “desarrollo económico” y “otras fuerzas sociales” están asociadas positivamente a la democracia, mientras que las posiciones mundiales periférica y semi-periférica reducen estos efectos positivos. El efecto del desarrollo económico en la democracia es menor en países recientemente desarrollados o en vías de desarrollo. Permiten afirmar que el desarrollo económico es causa de democracia.
  • Przeworski y Limongi y Przeworski et al. muestran escepticismo ante las conclusiones de los trabajos anteriores citados. No discuten el hecho de que la relación entre desarrollo económico y democracia haya sido demostrada empíricamente, pero sí cuestionan la manera en que han sido interpretados los resultados. Clasifican los países con arreglo a normas de valoración estricta, entre las que figuram la elección del ejecutivo, el tipo de legislativo, la existencia de un sistema de partidos competitivo y la alternancia en el poder a lo largo del tiempo. Un análisis sencillo revela que la relación entre niveles de desarrollo económico y democracia es fuerte. Ahora bien, en lugar de proclamar inmediatamente que el desarrollo económico promueve la democracia, los autores sostienen que “las democracias son más susceptibles de convertirse en países desarrollados económicamente, o bien pueden establecerse independientemente del desarrollo económico, aunque tienen más probabilidades de sobrevivir en países desarrollados”. Un ulterior análisis arroja que “es casi seguro que las democracias sobrevivan una vez establecidas en países ricos”. De este modo, con un análisis/interpretación ligeramente diferente de los datos empíricos se evita la rotunda afirmación causal de los otros estudios.
Este repaso de estudios que comparan muchos países ponen de manifiesto la existencia de una “relación estable positiva entre desarrollo socioeconómico y democracia”.
Podemos extraer dos conclusiones:
  1. Para la mayoría de los estudios comparados, la sólida evidencia que respalda la existencia de la relación ha llevado a muchos a concluir que el desarrollo económico causa la democracia, un hallazgo que ha ayudado a desarrollar la perspectiva de “modernización” en política comparada. En el marco de esta perspectiva, se argumenta que el desarrollo de instituciones sociales mejora el nivel de educación de la población, facilita su movilidad social y espacial, y promueve la cultura política que respalda las instituciones democráticas liberales. La teoría parte del supuesto de que el proceso de desarrollo socioeconómico equivale a “una acumulación progresiva de cambios sociales que prepara a la sociedad para llegar a su punto culminante, la democracia”.
  2. De otro lado, un grupo emergente de investigadores señala el hecho de que si bien la relación parece corroborarse a lo largo del tiempo y del espacio, podría ser espuria, ya que las democracias ricas tienden a no venirse abajo. Este último trabajo ha abierto un debate entre quienes apoyan la idea de democratización endógena frente a los que apoyan la idea de democratización exógena.
  • Democratización endógena. El desarrollo económico pone en marcha una serie de cambios sociales y económicos que necesariamente conducen a la democratización. En línea con la teoría de la modernización.
  • Democratización exógena. La presencia de factores distintos del desarrollo económico explica la aparición de la democracia.


RESÚMENES LECTURAS (II)


MODELOS Y TEORÍ AS SOBRE LA DEMOCRACÍA
Iván Llamazares


1. El concepto de democracia
Es importante en el estudio comparativo por dos razones:
a) Es un estudio que se preocupa por los diferentes tipos de régimen presentes en las sociedades contemporáneas.
b) Debido a la combinación de desarrollos políticos, económicos y culturales el concepto de democracia se ha convertido en la principal fuente de validez y legitimación de los regímenes políticos contemporáneos.
El concepto de democracia tiene un contenido empírico-analítico acorde con los objetivos de una ciencia social, como otro de carácter normativo y político.
Los usos del concepto han estado históricamente vinculados tanto a teorías políticas sobre cómo debe organizarse la vida política como los conflictos. Ha sido imposible dejar las connotaciones teóricas, ideológicas y políticas del término.
Hay una diversidad fáctica (política y social) que se entrelaza de manera complicada con la diversidad teórica e ideológica que caracteriza al concepto.
Robert Dahl (1993) trata los requisitos que debe cumplir un proceso democrático de toma de decisiones y los elementos que caracterizan a los regímenes políticos democráticos en la era contemporánea. Estos criterios e instituciones tienen un carácter fundamentalmente procedimental. Sencillez y claridad es la aportación de Dahl en la redefinición de la teoría democrática.
Cinco requisitos básicos deben caracterizar un proceso democrático de toma de decisiones según Dahl.
I. Participación efectiva.
II. Igualdad de voto.
III. Comprensión ilustrada.
IV. Control de la agenda.
V. Máxima inclusividad.
En cuanto a las instituciones de las democracias contemporáneas (o poliarquías), las mismas incluirían los siguientes elementos:
I. Autoridades elegidas.
II. Elecciones libres y limpias.
III. Sufragio incluyente.
IV. Derecho a intentar ser elegido.
V. Libertad de expresión.
VI. Derecho a buscar información alternativa.
VII. Autonomía asociativa.
Estos indicadores aluden dos aspectos importantes de la política en las democracias contemporáneas.
 El carácter incluyente del régimen político y el papel de las elecciones.
 La competencia política en el acceso al poder político.
Giovanni Sartori para formular una teoría de la democracia; establece primero ¿Qué no es una democracia? Y segundo medir la democracia.
Sartori en Democracia (1992) define sus elementos esenciales. Establece las diferencias con su precedente histórico (la democracia de los griegos), las condiciones de la actual democracia liberal; y por último los elementos constitutivos que la alejan de otras formas de gobierno.
Para Sartori la democracia es un ideal inalcanzable que debe ser creído para su subsistencia. Define la democracia liberal como un sistema político basado en el poder popular: la titularidad del poder pertenece al pueblo mientras que su ejercicio es confiado a los representantes periódicamente elegidos por el pueblo.
Poder popular entendido como poder electoral. Mecanismo de elección, la democracia es un sistema pluripartidista en el que la mayoría expresada por las elecciones gobierna en el respeto a los derechos de las minorías.
1) Pluripartidismo (libertad e igualdad)
2) Mayoría y minoría: la democracia es procedimentalmente la regla de la mayoría para la resolución de los conflictos.
2. Debate y líneas de análisis en el estudio de la democracia.
Robert Dahl en su texto clásico La Poliarquía (1971) puso las bases del estudio contemporáneo y empírico de las democracias.
Dahl marcó las estructuras institucionales que hoy llamamos democráticas, y que él denominó poliarquías. Hace hincapié en el carácter pluralista de las democracias contemporáneas y redirige el estudio de la democracia al análisis empírico de las instituciones concretas de cada régimen político.
Dos dimensiones básicas de los sistemas poliárquicos:
 Grado de disputabilidad.
 Grado de participación.
La primera remite al grado en que existe competencia libre y limpia en la búsqueda del poder por distintos actores políticos. La segunda se refiere al grado en que los ciudadanos son incluidos en el régimen político mediante mecanismos participativos. Los regímenes que alcanzasen valores suficientemente altos en ambas dimensiones serían poliarquías.
Algunos de estos análisis se han centrado en las diferencias entre las democracias presidenciales y las parlamentarias.
Democracias Presidenciales
Democracias Parlamentarias
Los presidentes son elegidos por los ciudadanos. Presidentes y legisladores tienen términos fijados, de tal manera que ni los legisladores pueden cambiar al presidente, excepto en delitos graves, ni este último puede disolver las cámaras y convocar elecciones.
Los líderes del Ejecutivo son elegidos por el PARLAMENTO. Los parlamentos eligen (y pueden destituir o remplazar) al presidente o primer ministro, y, a su vez, éste tiene la posibilidad de disolver las cámaras legislativas y convocar elecciones.
Ejemplo la perspectiva crítica “El fracaso de la democracia presidencial” Juan Linz y Arturo Valenzuela.
Otros análisis distribuyen territorialmente el poder distinguiendo entre regímenes democráticos federales y unitarios.
El resultado más elaborado y ambicioso se lo debemos a Arend Lijphart “Las democracias contemporáneas” y “modelos de democracia”. La importancia de estas obras tiene que ver con la complejidad y exhaustividad empírica de los análisis de este autor, clasificación sencilla de los distintos tipos de democracia. Los vínculos que establece entre arreglos institucionales y concepciones, alternativas sobre los objetivos de la democracia. Los trabajos de Lijphart muestran que se pueden definir y encontrar dos modelos reales de democracia (uno de ellos mayoritario y otro de consenso).
El mayoritario acentúa el procedimiento destinado a otorgar el poder a los representantes de las mayorías.
El de consenso incluyen procedimientos destinados a gobernar mediante la elaboración de acuerdos incluyentes.
En su obra “modelos de democracia”, Lijphart examina estas dos formas de entender y practicar la democracia, la mayoritaria y la consensual, se despliegan en dos dimensiones críticas en la organización y el ejercicio del poder político.
La primera se refiere a cómo funcionan y se entrelazan los gobiernos y la segunda remite a la forma en que se divide el poder entre las distintas instituciones federales y estatales.
Josep M.Colomer en su obra “Instituciones políticas” distingue entre democracias considerando tres aspectos críticos: quien vota, cómo se cuentan los votos y qué se vota.
El análisis de Colomer permite distinguir entre distintos tipos de instituciones democráticas y las evalúa en función de su eficiencia.
En años recientes se ha prestado atención a las diferencias entre democracias que se derivan de las características de las instituciones informales.
Guillermo O´donnell (Contrapuntos) habla sobre las denominadas democracias delegativas y la importancia del clientelismo y el Estado de Derecho en las sociedades contemporáneas.
Robert Putnam en “Making Democracy Work” señala el papel de capital social en el funcionamiento y la calidad de las democracias.
C.B. Macpherson en su obra “La democracia liberal y su época”. David Held en su ensayo “Modelos de democracia”, ha analizado el desarrollo histórico e intelectual de los distintos
modelos teórico-normativos de democracia, así como su relación con la vida social y política de los regímenes que consideramos democráticos.
Con mayor atención al análisis filosófico que al histórico, las aportaciones de Jürgen Habermas en su obra “Factilidad y validez”, distinguiendo entre los modelos democráticos liberal, comunitario-republicano y de la teoría del discurso.
Desde la Ciencia Política empírica a la teoría política normativa, hay que señalar a Robert Dahl en la “democracia y sus críticos”, ofrece una de las revisiones más completas de los distintos problemas normativos, históricos y causales relativos al estudio de la democracia

RESÚMENES LECTURAS (I)


El proceso de comparación y un caso práctico

Comparar es una actividad humana natural, los seres humanos siempre han intentado explicar las similitudes y diferencias entre si mismos y otros. Pero más allá de las comparaciones cotidianas vamos a analizar las comparaciones científicas utilizadas por la ciencia política, en su rama especifica, la política comparada, para comparar distintos países, sucesos o instituciones.

La actividad de comparar tiene cuatro grandes objetivos:
  • Permite a los politólogos saber como son otros países puesto que para comparar hay que recoger información.
  • La posterior clasificación reduce la complejidad del mundo político y proporciona al científico contenedores de datos en los que organizar las pruebas empíricas.
  • El siguiente paso es verificar las hipótesis, descartando explicaciones alternativas.
  • Por último, la predicción de otros hechos por ocurrir en base a los datos obtenidos.

A su vez consta de cuatro fases, la descripción contextual, donde el objetivo de esta es describir los fenómenos que ocurren en un país o en un número determinado de países, obteniendo conocimientos sobre el país estudiado. La segunda fase es la clasificación, que se utiliza para agrupar datos en categorías diferenciadas con características identificables y compartidas, donde la clasificación puede ser una simple dicotomía o una gama más compleja de regimenes y sistemas de gobierno que permite una mayor diferenciación.

La siguiente fase, el contraste de hipótesis, se caracteriza por ser el proceso donde una vez establecida la clasificación y descripción, los investigadores identifican variables importantes, establecen relaciones entre ellas e ilustran estas relaciones de manera comparada con vistas a generar y construir teorías. Finalmente, la predicción es el objetivo final y más difícil de la política comparada, que es el de formular predicciones basadas en las generalizaciones a partir de la comparación inicial, planteándose estas como probabilidades, aspirando la política comparada a formular inferencias mediante la comparación entre países.

Al igual que las ciencias naturales, la política comparada se sirve de los cuatro procesos/objetivos anteriores, pero hay diferencias entre estas dos muy significativas:

La primera diferencia esta en el papel de la experimentación, puesto que las ciencias naturales, en su mayoría, están respaldadas por evidencias recogidas de una experimentación exhaustiva, mientras que la política comparada, no puede recurrir a la experimentación por razones tanto prácticas como éticas.

La segunda diferencia entre ambas, es sobre las teorías que emanan de las dos ciencias, donde las de las ciencias naturales adquieren categoría de ley mientras que las de la política compara adquieren la categoría de probabilidad.

Un ejemplo claro de un caso de comparación en ciencia política es el realizado por Lijphart entre dos modelos opuestos de democracia: el sistema mayoritario (Westminster) y el sistema consensual. Del primero los países más representativos son Reino Unido y Nueva Zelanda, puesto que estos dos, manteniendo las distancias, se acercan más al modelo puro de sistema mayoritario, aunque es importante señalar, que muchas colonias británicas, después de su independencia, adoptaron dicho sistema. Los máximos representantes del modelo consensual son Suiza y Bélgica. En el punto intermedio entre ambos modelos, con características de uno y otro, destaca EEUU.

De este análisis se deducirá que la democracia mayoritaria es particularmente apropiada en sociedades homogéneas, mientras que el consensual es más apropiado para sociedades plurales.

MODELO WESTMISTER:

Lo esencial del modelo mayoritario es e dominio de la mayoría y consta de los siguientes nueve elementos interrelacionados:

  1. Concentración del poder ejecutivo: gabinetes de un solo partido y estricta mayoría: el órgano más poderosos del gobierno británico es el gabinete, estando este compuesto normalmente por miembros del partido que tienen mayoría de escaños en la Cámara de los Comunes, no formando una minoría parte de los mismos, son raros los gabinetes de coalición, aunque han existido, como en los gobiernos de coalición durante la Segunda Guerra Mundial y dos gabinetes laboristas durante los años 70. En Nueva Zelanda, desde 1935, los gabinetes han estado formados por un solo partido y una mayoría estricta entre los dos principales partidos.

  1. Fusión de poderes y mayoría del gabinete: estrecha unión, casi completa fusión de los poderes ejecutivo y legislativo. En Gran Bretaña, en la teoría la Cámara de los Comunes controla el gabinete porque puede votar en su contra y destituirlo pero en la realidad la relación se invierte puesto que el gabinete esta formado por los miembros de un partido cohesionado, mayoritario en la Cámara de los Comunes, normalmente apoyado por la mayoría de esta, llegando a la conclusión de que el gabinete domina claramente al parlamento, pero el fuerte liderazgo del gabinete depende del apoyo de la mayoría de la Cámara de los Comunes y de la cohesión del partido mayoritario, cuando ambas de estas condiciones no se dan los gabinetes pierden mucho de su posición dominante. Nueva Zelanda, en este aspecto, es un perfecto ejemplo del modelo mayoritario.

  1. Bicameralismo asimétrico: el parlamento británico consta de dos cámaras, la de los Comunes que se elige democráticamente, y la de los Lores que es hereditaria en la mayoría de sus casos, siendo si relación asimétrica, ya que casi todo el poder legislativo pertenece a la cámara de los Comunes y los Lores solo pueden retrasar la legislación. La Cámara de los Lores es en su mayoría conservadora, y ha habido varios intentos por parte de los laboristas en abolir esta cámara. En Nueva Zelanda, desde 1950 solo existe una cámara por lo que el país tiene unicameralismo perfecto.

  1. Bipartidismo: el sistema británico se caracteriza por su bipartidismo, aunque los dos partidos principales hayan cambiado, en un principio eran lo partidos Conservador y Liberal los dos predominantes, pero el Liberal fue desplazado por el Laborista. A pesar de esto existe una minoría significativa de votos al Partido Liberal y a una nueva agrupación, el Partido Socialdemócrata. En Nueva Zelanda solo existen dos partidos que controlen el parlamento, el Partido Laborista y el Partido Nacional.

  1. Sistema de partidos unidimensional: la principal diferencia que divide a los británicos y a sus partidos es la cuestión socioeconómica, siendo la sociedad británica altamente homogénea, pero a partir de los 70 esto cambia y ya no se puede considerar a la sociedad británica altamente homogénea, puesto que Gales, Escocia e Irlanda del Norte existen significativas minorías nacionalistas.

  1. Sistema electoral de mayoría relativa: Los 650 miembros de la Cámara de los Comunes son elegidos por distrito de representante único y de acuerdo con el método mayoritario. Este sistema, en la actualidad y llevadas a cabo por los partidos minoritarios, esta recibiendo fuertes criticas en la actualidad, puesto que beneficia a los dos partidos mayoritarios.

  1. Gobierno unitario y centralizado: Los gobiernos locales en Gran Bretaña cumple funciones muy importantes, pero son fruto del gobierno central y no están garantizados constitucionalmente, pero hay que señalar excepciones, como es el caso de Irlanda del Norte, el cual gozo de un grado de autonomía que muchos países federales no gozan, y las nuevas reivindicaciones de Escocia y Gales.

  1. Constitución no escrita y soberanía parlamentaria: Gran bretaña tiene una constitución no escrita, la composición y poderes de las instituciones gubernamentales y los derechos de los ciudadanos están definidas por leyes básicas, costumbres y convenciones, siendo el parlamento la autoridad última y soberana. Esto cambia con la entrada de Reino Unido a la UE, puesto que esta, al ser una entidad supranacional, absorbe e impone leyes a los países que la forman, cediendo el parlamento ingles parte de su soberanía.

  1. Democracia exclusivamente representativa: todo el poder esa concentrado en la cámara de los Comunes y no hay lugar para el referéndum, aunque hay excepciones, como es el referéndum que se realizo en los años 70 a la población para ver si esta estaba de acuerdo con la entrada de Gran Bretaña a la UE.

EL MODELO DE DEMOCRACIA DE CONSENSO:

En las sociedades plurales en necesaria una mayor flexibilidad, característica que no tienen los sistemas mayoritarios, puesto que la norma de la mayoría significa la dictadura de la mayoría y contienda civil dentro del país, como fue el caso de Irlanda del Norte. Este modelo se caracteriza por 8 puntos:

  1. Participación en el poder ejecutivo, grandes coaliciones: en un principio el consenso consiste en permitir a los partidos que participen en el poder ejecutivo gracias a una coalición, y esto sucede tanto en Bélgica como en Suiza, donde los partidos de los distintos grupos forman una coalición en el poder ejecutivo.

  1. Separación formal e informal de poderes: en Suiza esta regulado por ley la separación de poderes, pareciéndose el sistema de este país al presidencialismo norteamericano. En cambio, Bélgica, tiene una forma parlamentaria de gobierno en la cual el gabinete depende de la confianza del legislativo, como en Gran Bretaña.

  1. Bicameralismo equilibrado y representación de la minoría: la justificación de un bicameralismo simétrico es el de otorgar especial representatividad a las minorías en la Cámara Alta. Las dos cámaras tienen poderes virtualmente iguales, y tanto en Suiza como en Bélgica funciona así.

  1. Sistemas pluripartidistas: tanto en Bélgica como en Suiza tienen sistemas pluripartidistas en que ninguno de los partidos se acerca al rango mayoritario.

  1. Sistema de partidos multidimensional: este sistema de partidos multidimensional, tanto en Suiza como en Bélgica se debe a la pluralidad de las sociedades, donde existe la fisura religiosa, socioeconómica y lingüística, esta última la más importante en ambos países.

  1. Representación proporcional: sistema electoral es proporcional, en ambos países.

  1. Descentralización y federalismo territorial y no territorial: Suiza es un estado federal donde el poder esta dividido entre el gobierno central y los 26 gobiernos cantonales y Bélgica es un buen ejemplo de federalismo no territorial.

  1. Constitución escrita y veto de la minoría: en ambos países hay una constitución escrita, el único documento que reúne las reglas básicas de gobierno, y la constitución solo puede ser modificada por mayoría cualificada.

Por último, Suiza lleva a la practica el referéndum hasta un punto que no ha alcanzo ninguna otra nación, mientras que Bélgica por este método solo ha tenido lugar un referéndum.

FORMAS Y PRÁCTICAS INTERMEDIAS, EL CASO DE EEUU:

EEUU puede considerarse una sociedad heterogenia en dos aspectos, el primero la sociedad multiétnica y cultural que forma el países entre blancos, negros, hispanos, asiáticos y otras minorías que forman el país, y el segundo es la diferencia regional entre el norte y sur de este. Se caracteriza en 8 aspectos:

  1. Concentración del poder ejecutivo: el poder ejecutivo esta concentrado en manos del presidente.

  1. Separación de poderes: uno de los rasgos de la democracia americana es su estricta separación de poderes entre el ejecutivo y el legislativo.

  1. Bicameralismo equilibrado: La Cámara de Representantes y el Senado son templos claros de cámaras legislativas virtualmente con los mismos poderes.

  1. Bipartidismo: una característica predominante en la democracia norteamericana es su sistema bipartidista entre republicanos y demócratas.

  1. Partidos políticos heterogéneos con programas similares: una de las razones de la falta de unión y cohesión en los partidos americanos es que sus bases sociales son bastante heterogéneas, aunque estas diferencias no se hayan traducido en programas de partido marcadamente divergentes.

  1. Sistema electoral mayoritario: el método electoral norteamericano es el sistema mayoritario con distrito uninominal, aunque se han dado en los últimos año dos desviaciones, la affirmative gerrymandering o delimitación de los distritos electorales para que las minorías tengan la representación adecuada y a partir de los 70, una más proporcional distribución de los delegados entre los candidatos presidenciales.

  1. Federalismo: EEUU tiene un sistema federal de claro corte territorial.

  1. Constitución escrita y veto de la minoría: la constitución escrita norteamericana solo puede ser modificada por enmiendas mediante un enrevesado proceso que requiere dos mayorías cualificadas consecutivas.

lunes, 22 de abril de 2013